Descripción del proyecto

Cirugía endoscópica

Estas técnicas endoscópicas las introdujo en nuestro equipo un gran profesional como ha sido a lo largo de su trayectoria el Dr. Jose María Herrazti, que recientemente ha comenzado ha disfrutar de una merecida jubilación.

La Laparoscopia diagnóstica la iniciamos en 1986 y la quirúrgica en 1991. La Histeroscopia también se desarrolló en dos fases. Primero la diagnóstica a partir de 1992 y posteriormente la Histeroscopia quirúrgica desde 1996, tras el necesario tiempo de formación con el Dr. Borja Rivero, uno de los pioneros e impulsores de esta técnica en nuestro País.

¿Que es la endoscopia?

La endoscopia es la observación directa del interior de un órgano o de una cavidad mediante una óptica o endoscopio (tubo con iluminación conectado o no, a una cámara de vídeo) que se introduce a través de orificios naturales (boca, uretra, ano, etc.), o bien directamente a través de la pared que los protege (abdomen, rodilla, etc.). De esta forma, se obtiene una información que no siempre puede ser proporcionada de forma fiable por otras exploraciones externas como el examen físico, la ecografía o la radiología.

LAPAROSCOPIA

La laparoscopia consiste en la observación directa del contenido del abdomen mediante la introducción de un endoscopio a través de la pared abdominal. Con ella, se pueden observar con detalle los órganos genitales internos (útero, trompas, y ovarios) situados en la pelvis, así como los restantes óganos intraabdominales (intestinos, estomago, hígado, vesicula, etc).

La Laparoscopia puede ser Diagnóstica y/o Quirúrgica

LAPAROSCOPIA DIAGNÓSTICA

¿Cómo se realiza una laparoscopia?

Esta prueba se realiza habitualmente con anestesia general. Hoy día la mayoría se pueden hacer en un régimen de hospitalización diurna (cirugía ambulatoria) o con ingreso de 24 horas, ya que la recuperación postoperatoria suele ser rápida y poco dolorosa.

Consiste en la introducción de gas anhídrido carbónico (CO2) en la cavidad abdominal mediante una aguja insertada a través de la pared del abdomen, generalmente en el ombligo. Una vez conseguida la distensión que separa la pared abdominal de las vísceras internas, se introducen guías (trócares) de entre 5 y 12 mm por cuyo interior se pueden colocar diversos instrumentos, incluida la óptica. Habitualmente, dos o tres punciones son suficientes.

Gracias a estos instrumentos pueden explorarse correctamente los órganos del abdomen y realizar la cirugía necesaria de forma menos agresiva.

¿Cuándo está indicada la práctica de una laparoscopia?

Esta prueba se suele indicar en casos de:

  • Endometriosis.
  • Esterilidad.
  • Dolores abdomino-pélvicos no explicados.
  • Sospecha de embarazo ectópico.
  • Patología quística o hemorrágica de los ovarios.

LAPAROSCOPIA QUIRÚRGICA

¿Cómo se realiza una laparoscopia quirúrgica?

La laparoscopia quirúrgica se ha convertido en un tipo de cirugía que puede tratar de forma segura y eficaz un gran número de patologías ginecológicas con un menor traumatismo corporal.

En esta cirugía, el cirujano practica una o dos pequeñas incisiones adicionales a las que previamente había realizado para el diagnóstico, por las que introducirá los trócares, a través de los cuales empleará el material quirúrgico (tijeras, pinzas de presión, coaguladores, etc.) necesario para completar la operación.

¿En qué casos está indicada una laparoscopia quirúrgica?

Una gran parte de la cirugía ginecológica abdominal puede llevarse a cabo mediante endoscopia o ser ayudada por ella. Principalmente los quistes ováricos, la endometriosis, el embarazo ectópico, algunas histerectomías (extirpación de la matriz) y algunos tipos de miomas se benefician de esta técnica.

Hoy en día también contribuye al diagnóstico y parte del tratamiento de la patología maligna ginecológica.

Ventaja principal:

Su principal virtud estriba en utilizar pequeñas aperturas cutáneas y no poner el contenido abdominal en contacto con el exterior, lo cual reduce el riesgo de complicaciones y el tiempo de curación. Todo ello facilita la reanudación de la actividad cotidiana con mayor celeridad.

¿Cirugía laparoscópica o cirugía convencional?

Aunque la cirugía laparoscópica ha demostrado ventajas sobre la convencional, es importante recordar que no toda la cirugía ginecológica se puede realizar mediante endoscopia y que en ocasiones, aun pudiéndose realizar, puede no ser la elección más conveniente. Así pues, existen casos en los que el riesgo quirúrgico invalida la técnica en sí.

La elección de la vía quirúrgica a utilizar debe ser siempre objeto de discusión con el ginecólogo y ser evaluados los pros y contras de manera particular con cada paciente. El interés de la paciente, la experiencia del cirujano en cada técnica y la patología a resolver son de suma importancia para decidir el tipo de vía quirúrgica a utilizar. Por otra parte, la vía laparoscópica no excluye la posibilidad de realizar una cirugía abierta en el mismo acto quirúrgico, lo cual amplía las posibilidades de la laparoscopia como elemento decisorio sobre la vía quirúrgica definitiva.

 HISTEROSCOPIA

La histeroscopia es la técnica que permite observar directamente el interior del útero o matriz. Para ello, debe introducirse un endoscopio de pequeño calibre (3-5 mm) a través del orificio del cuello uterino y distender la cavidad. Esto se consigue inyectando gas (CO2) o líquido (suero fisiológico) a bajas presiones a medida que se va penetrando en el interior del útero, de modo que éste mantiene separadas sus paredes a lo largo de la exploración, permitiendo una nítida visión de su contenido.

Puede realizarse con fines de diagnóstico o para tratamientos de patologías intrauterinas y por lo tanto, como método de intervenciones quirúrgicas.

HISTEROSCOPIA DIAGNÓSTICA

Si la técnica se ha realizado correctamente y sin complicaciones, la imagen que ofrece la cavidad es muy buena y de gran ayuda para el diagnóstico. Una de sus grandes ventajas es que permite la toma de biopsias dirigidas para el estudio microscópico de la mucosa endometrial menstrual.

¿Cuándo está indicada la práctica de una histeroscopia?

  • Cuando la paciente presente irregularidades en la menstruación y metrorragias de causa desconocida.
  • Para llevar a cabo estudios de esterilidad o infertilidad, abortos de repetición.
  • Para diagnosticar alteraciones en la forma del interior del útero, como pólipos, miomas o hiperplasia, así como detectar cuerpos extraños o restos de placenta.
  • Para estudiar y controlar malformaciones del útero.
  • Para retirar un DIU que no se puede extirpar.

Visión de una cavidad uterina normal por histeroscopia.

HISTEROSCOPIA QUIRÚRGICA

¿Cómo se realiza una histeroscopia quirúrgica?

La técnica, semejante a la diagnóstica, precisa de una dilatación del cuello uterino mayor, por lo que habitualmente requiere de algún tipo de anestesia, generalmente local o loco-regional, acompañadas o no de sedación. Además, el histeroscopio lleva acoplado unos terminales eléctricos para realizar los diferentes tipos de cirugía.

¿Cuándo está indicada una histeroscopia quirúrgica?

La histeroscopia quirúrgica resuelve la mayor parte de las anomalías diagnosticadas por la histeroscopia diagnóstica.

  • Pólipos endometriales
  • Miomas submucosos (aquéllos que crecen hacia el interior de la matriz)
  • Adherencias endometriales
  • Malformación uterina (septos o tabiques)
  • Una de las principales indicaciones de la histeroscopia quirúrgica se refiere a los casos de hemorragias uterinas abundantes sin patología evidente, que son motivo de casi un 30% de las histerectomías. En estos casos, la cirugía histeroscópica permite recortar la capa interna que reviste la matriz (endometrio), consiguiendo en más de un 90% de los casos la reducción drástica del sangrado menstrual sin necesidad de extirpar el útero. Es una muy buena alternativa para la histerectomía en determinadas pacientes y se denomina ablación endometrial o endometrectomía.

Control postoperatorio

Después de una histeroscopia quirúrgica se pueden tener algunas molestias leves (sensación de peso o dolor leve en el bajo vientre, pequeñas pérdidas sanguíneas, etc.) que ceden a las pocas horas. Se suele recomendar restringir la actividad física y los baños de 5 a 7 días. La actividad sexual dependerá del tipo de intervención y del criterio del cirujano.

Conclusiones

Hasta hace un tiempo el diagnóstico y correcto tratamiento de muchas de las patologías ginecológicas requerían cirugía mayor con una estancia hospitalaria de varios días. Hoy día, las técnicas endoscópicas permiten un correcto diagnóstico y tratamiento de las mismas, de forma menos agresiva. El régimen ambulatorio o de cirugía de día permite no modificar sustancialmente la actividad laboral o social la paciente, manteniendo la eficacia. Las secuelas post-cirugía suelen ser menos frecuentes y de menor intensidad. Por todo ello, la cirugía endoscópica, si es factible, debe ser la cirugía de elección.