Descripción del proyecto

Patologia cervical

El cáncer de cuello o de cérvix es más frecuente en los países menos desarrollados y constituye la tercera neoplasia más frecuente entre las mujeres a nivel mundial.

En este tipo de tumor se da la existencia de lesiones precursoras, las conocidas lesiones intraepiteliales de bajo grado y de alto grado que vemos en las citologías y en las biopsias de cérvix.

El cribado de mujeres sanas mediante citología cervical y estudio del virus del papiloma humano (HPV) de manera continuada y adecuada ha conseguido reducir hasta un 90%  la incidencia y mortalidad por cáncer de cérvix.

En la última década se ha confirmado que el virus del papiloma humano (HPV) es el agente causal de la práctica totalidad de los tumores de cérvix y sus lesiones precursoras.

Durante los primeros años de vida sexual se produce una elevada tasa de  infección por HPV con la particularidad de un posterior aclaramiento viral espontaneo. La mayoría de las infecciones de este grupo son transitorias y no tienen importancia desde el punto de vista oncogénico. Sin embargo las mujeres mayores de 35 años, aunque tienen menor incidencia de infección por HPV, presentan mayor porcentaje de persistencia, lo que confiere mayor riesgo e incidencia de lesiones precursoras a partir de esta edad.

La vacunación sistemática frente al HPV que se ha implementado a las niñas en edad escolar en nuestro medio y a la que probablemente se sumen los niños en breve, hace pensar en una nueva época en lo que se refiere a las lesiones precancerosas y cánceres que afectan al cuello de útero, vulva, vagina y ano.

El VPH es muy frecuente y de fácil transmisión por contacto sexual, se calcula que el 70% de los hombres y mujeres sexualmente activos, han estado expuestos a estos virus en algún momento de su vida, sobre todo en la juventud. No es imprescindible la penetración para adquirir la infección. Por ello, toda mujer de cualquier edad está en riesgo de infección desde el inicio de sus relaciones sexuales. La mayoría de ellas, la superará de manera natural en el plazo de 1 año, gracias a las propias defensas de su organismo. Sólo si la infección se hace crónica puede evolucionar hasta originar un cáncer de cérvix

Existen diversos factores que contribuyen a que la infección se haga persistente. Los más conocidos son el tabaquismo, alteraciones del sistema inmune, alto número de embarazos o toma prolongada de anticonceptivos orales.

El cáncer de cuello de útero se puede prevenir

La prevención está basada en:

  • Administración de la vacuna del HPV: actualmente está incluida en el calendario de vacunaciones de las niñas de 13-14 años. Las mujeres de más edad pueden vacunarse adquiriendo la vacuna con la correspondiente prescripción en la farmacia.
  • Visitas regulares al ginecólogo: en ellas se realiza una citología que es indolora y consiste en raspar suavemente el exterior del cuello uterino con el fin de recoger células que luego se examinan al microscopio.
  • También se recomienda realizar una prueba de HPV (COTEST) entre los 30-35 años. Si el virus es negativo el riesgo de cáncer es mínimo.
  • Ante determinados hallazgos clínicos, citológicos o presencia del virus del papiloma humano (HPV) es necesaria la realización de una Colposcopia

Recomendaciones:

  • Realizar citología del cuello del útero si mantienes relaciones sexuales.
  • Utilizar preservativo si tienes relaciones esporádicas pues el cáncer está producido por un virus de transmisión sexual.
  • Vacunarte frente al VPH.

COLPOSCOPIA

La colposcopia es una técnica o procedimiento ginecológico que permite observar, estudiar y evaluar el cuello del útero con un potente sistema de lentes de aumento y la aplicación de unos reactivos sobre el mismo detectando áreas de sospecha para ser biopsiadas y decidir así la terapia más adecuada.

La colposcopia sirve para identificar las zonas sospechosas de contener o albergar células patológicas capaces de evolucionar a formaciones tumorales o cancerosas en la vulva, vagina y sobre todo cervix.

¿Cómo realizar una Colposcopia?

Para realizar una colposcopia se utiliza un sistema de lentes y una fuente de luz, como si se tratase de un microscopio.

Se coloca un espéculo en la vagina, para ver el cuello del útero con claridad y en su totalidad. Se da comienzo al procedimiento con la aplicación de un algodón empapado en suero primero y posteriormente en ácido acético y por último en lugol. Los epitelios que recubren el cuello uterino, se van tiñendo de forma diferente, permitiendo percibir con exactitud las zonas patológicas si las hay, para facilitar la toma de una o varias biopsias mediante la utilización de una pinza específica para la operación.

¿Cuando realizamos una colposcopia que siente la paciente?

La colocación del espéculo resulta similar a cuando realizamos una esploración de rutina, sólo que la prueba dura más tiempo, en torno a los 15 minutos. La aplicación de los líquidos puede producir escozor momentáneo en algunas mujeres y la toma de la biopsia con la pinza no suele notarse o en todo caso, como un ligero pinchazo. En general la prueba es indolora, no necesita anestesia y se tolera muy bien. La toma de biopsia puede producir algún sangrado, que coagulamos en el momento, resolviendo así esta leve molestia.

¿Qué tipo de paciente debe realizarse una colposcopia?

Hay unas INDICACIONES CLÍNICAS para la prueba:

  • Mujeres mayores de 35 años con Virus del Papiloma positivo persistente.
  • Control y seguimiento de mujeres con lesiones cervicales leves (LSIL / CIN I).
  • Control y seguimiento después de un tratamiento por lesiones precancerosas.
  • Cuello clínicamente sospechoso incluso si la citología es normal.
  • Hemorragia irregular o postcoital.
  • Evaluación de lesiones benignas de vagina, vulva y ano.
  • Seguimiento de lesiones de displasia durante el embarazo.

Y unas INDICACIONES CITOLÓGICAS:

  • ASCUS con HPV positivo.
  • LSIL (displasia leve, CIN I o lesión de bajo grado).
  • HSIL (displasia severa o lesión de alto grado, que incluye CIN II y CIN III).
  • Citologías repetidamente inflamatorias o no valorables (2 o más)

Recomendaciones para la realización de una COLPOSCOPIA

  • No se debe realizar durante la menstruación porque la visión no sería adecuada.
  • No utilizar cremas vaginales en los 3 días previos.
  • No mantener relaciones sexuales en la semana siguiente, sobre todo si hay algo de sangrado tras la biopsia.
  • Saber que del resultado de la colposcopia y biopsia dependen el seguimiento y tratamiento de las lesiones detectadas en la citología.
  • Saber que a veces no concuerdan los resultados de ambas pruebas, porque la citología recoge células de todo el cuello en general y la biopsia con la colposcopia es dirigida a las zonas patológicas.
  • Así es posible que en la biopsia el resultado sea una lesión más avanzada.