Durante el periodo gestacional son frecuentes las náuseas y vómitos, pero existen casos en los que estos síntomas persisten de forma severa, alcanzando una notable pérdida de peso. Estos síntomas pueden indicar una hiperémesis gravídica en el embarazo.

Aproximadamente, un 80% de las mujeres presenta náuseas y vómitos durante el embarazo. La hiperémesis gravídica afecta alrededor de un 2% de las embarazadas y consiste en una agravación y mayor intensidad de estos síntomas, a los que se suman otros que pueden ir intensificándose de forma paulatina y que pueden poner en riesgo la salud de la madre y el bebé si no se trata adecuadamente.

La hiperémesis gravídica no tiene una definición todavía consensuada. Es por esto, que se deben analizar los síntomas y el estado de la embarazada para descartar otras patologías que puedan tener asociados los mismos síntomas.

Es común que las embarazadas presenten estos síntomas entre la semana 6 y la semana 12 de embarazo, pero en la hiperémesis gravídica, las naúseas y vómitos pueden alargarse y permanecer durante todo el periodo gestacional en los casos más severos.

Síntomas de la hiperémesis gravídica

Algunos de los síntomas frecuentes son los siguientes:

    • Vómitos severos frecuentes a lo largo del día con o sin ingesta de alimentos.
    • Problemas para ingerir cualquier tipo de alimento.
    • Pérdida de peso de hasta un 5%.
    • Deshidratación, debido a la incapacidad de ingesta y los constantes vómitos.
    • Alteraciones analíticas en las que se puede observar un aumento de hormonas tiroideas, alteración de los niveles de transaminasas o de los índices asociados a los niveles hepáticos.

Como consecuencia de los indicios iniciales, pueden aparecer otros síntomas que agravan la situación, tales como migrañas, descenso de la presión arterial, fatiga o desmayos.

Causas de la hiperémesis gravídica

No existe una sola causa ni se conoce todavía un causante exacto que pueda determinar su aparición , pero sí existen algunos posibles causantes que se han detectado en pacientes con hiperémesis gravídica:

  • Nivel elevado de la hormona HCG. Esta hormona, conocida como hormona del embarazo, se libera en el embrión cuando se implanta en el útero y es la que permite conocer si existe embarazo realizando un test.
  • Nivel elevado de estrógenos.
  • Las madres con embarazo múltiple tienen más posibilidades de presentar los síntomas.
  • La herencia genética también está entre los causantes de la hiperémesis gravídica. Si la paciente tiene antecedentes familiares de esta patología o de embarazos con síntomas similares, puede tener más probabilidades de sufrirla.
  • Una mujer que ha presentado esta patología en anteriores embarazos tiene más riesgo de volver a padecerla en gestaciones posteriores.

Tratamiento para la hiperémesis gravídica

No existe un tratamiento específico, pero existen tratamientos para paliar los síntomas. Por tanto, el tratamiento dependerá de la severidad de los síntomas en cada caso concreto. Dentro del tratamiento , se incluyen recomendaciones no farmacológicas que pueden ayudar a disminuir los síntomas y, por otro lado, se pueden requerir tratamientos farmacológicos.

Recomendaciones no farmacológicas

  • Se recomienda reposo y no realizar actividades que requieran esfuerzo físico, ya que pueden agravar la situación de debilidad provocada por los vómitos.
  • Seguir una dieta saludable, repartiendo la comida en pequeñas ingestas de manera frecuente a lo largo del día.
  • La utilización previa y durante el embarazo de complejos vitamínicos puede reducir la posterior aparición de náuseas y vómitos durante la gestación.
  • Algunos productos naturales en infusión, como el jengibre o la menta, pueden disminuir las náuseas y los vómitos.

Tratamiento farmacológico

Los síntomas de la hiperémesis gravídica pueden ir aumentando e intensificándose de forma gradual, por lo que el tratamiento farmacológico también se suministra de forma escalonada de acuerdo al desarrollo de los síntomas:

  • Vitamina B6: Esta vitamina se encuentra en las carnes, verduras y cereales y en ocasiones se administra durante la hiperémesis gravídica como paliativo a la falta de ingesta de los nutrientes necesarios.
  • Medicamentos que bloquean los receptores que provocan las náuseas, vómitos y mareos, como el dimenhidrinato, compuesto de la conocida Biodramina, o la metoclopramida, comercializada en fármacos como Primperan, para casos más severos.
  • Medicamentos con una acción sedante en los casos en los que los síntomas de la hiperémesis gravídica persisten por la noche e impiden conciliar el sueño.

En los casos en los que la sintomatología de la hiperémesis gravídica es severa, se puede requerir la hospitalización y la administración por vía venosa de fármacos que mantengan la hidratación y el tratamiento necesarios para la paciente, así como la realización de pruebas clínicas que descarten posibles complicaciones.

 

Luis María Guevara
Especialista en Ginecología de la clínica IMQ Zorrotzaurre